Posts

Showing posts from April, 2019

Después del Satsang

 

 “Es muy fácil hablar de realización cuando tienes la barriga llena,” dijo el hombre, montado en su bicicleta (hablaba con dos mujeres con hoodie), “pero qué tal cuando tienes tres hijos y no tienes trabajo por tres meses. Un pastor cristiano me dijo que por cada veinte dólares que le diera, Dios me regresaría mil. ¿Pero dónde está Dios? Sigo esperando su respuesta. Le pido ayuda y no veo respuesta.”

Abre los ojos de tu corazón, mira: en todas partes está Dios ~Mooji

   “Dobla la rodilla,” le dije, tratando de ofrecerle consuelo. Él me veía atento, pero escéptico, como si ya hubiera escuchado ese sermón muchas veces. “¿Has hecho eso, doblar la rodilla?”

   “Ya me siento bien,” dijo, “ya me curé.”

   Se retiró del satsang. Tiempo después, le di gracias a Dios por mostrarme lo que soy.

A brief friendship

   “I used to read books on meditation,” he told me in a matter-of-fact way, “a real poet of my time, but now I’m into the big guy,” he gestured to the sky and added, “God. God is the true king,” and he showed me his house, he had just moved into the neighborhood, just across the street from my house.

   He was a big man, with big shoulders and long hair. He was a construction worker in Los Angeles, of all places. He arrived with a big family too. A family of eight. After a few days however, I saw what was happening: there were 2 families living in that house. Something that was becoming quite familiar in our neighborhood of foreigners and migrants, an end of times melting pot.

   “God is the true king,” he would tell me another day, as he took the sun in his balcony. “I arrived at that conclusion after years of hardship and failure. I noticed I might as well surrender to him and stop playing around, you know what I mean?”

   “Meditation is cool and all, but you become disconnected from life, a bit aloof and my wife doesn’t like aloofness. She threatened to leave me if I continued on that path. Three day retreats, yeah right, not for me.”

   “Meditation is for hippies,” he would say on another occasion, “you know what I mean, not for me. I got a family and a dog.”

   Some time later, by accident, we started having some exchanges via the WhatsApp application. That is, I introduced him to some of the masters that had been instrumental in my spiritual path.

   “You should read up on Advaita,” I told him, and I would send him some links to videos so he could catch up on his spiritual knowledge and maybe have a alternative perspective on the truth, that way we could have a topic of conversation when we met by chance. I wasn’t too involved with reading and preaching the Bible at the time.

   It didn’t last long, however, our correspondence via WhatsApp, even though we were neighbors. Apparently his wife got a hold of his phone. And that was the end of that.

Libre albedrío, más datos

Si se tiene libre albedrío, esto indicaría que uno pudiera llevar a cabo cualquier acción cuando uno quisiera.

Por ejemplo en el caso de un escritor, cuando se enfrenta a la hoja en blanco y no tiene ‘inspiración para escribir’, entonces dice que tiene ‘writers block’.

“Es que no me llegó la inspiración,” dice con resignación. “Estoy bloqueado. No se me ocurre nada.”

Si tuviera libre albedrío lo pudiera hacer, ¿no?

Por qué no admitir de una buena vez que él no es dueño de esa inspiración, no la tiene bajo demanda, con un switch de encendido y apagado.

La inspiración ocurre, o no. Cuando no ocurre, es que estoy bloqueado. Cuando ocurre, es que estoy inspirado, ‘tengo’ mucha creatividad, es 'mía'.

La conclusión es que esta inspiración depende de algo que está fuera de mí. No tengo un switch de encendido y apagado. ¿Dónde se encuentra ese switch?

¿Puedo ver esto? ¿O me quiero seguir engañando, pensando que, yo soy el hacedor, el que tiene libre albedrío?

Esa cuestión del libre albedrío


   Puede resultar muy chocante y grosero que alguien te diga, “Tú no controlas tu vida, tu vida está predeterminada”. La reacción natural de uno podría ser, “Quién se cree este pelafustan para decirme semejante disparate, pues yo he hecho y decidido todo en mi vida”. Sobretodo cuando algunos de nosotros tuvimos el valor de asistir a misa, ser creyentes y tomar como grito de guerra el dictamen de que ‘tenemos libre albedrío’, que Dios nos dio ese beneficio como hijos suyos para ser los arquitectos de nuestros destinos.

   Entonces tomamos como verdad ese dictamen y nos sentimos muy confortables con la idea de que ‘está en nosotros’ moldear nuestra vida, pero sin embargo tenemos la responsabilidad de ‘tomar buenas decisiones’, como pago de tener libre albedrío.

   Pero luego llega un buen día y leemos un libro de psicología o visitamos un web donde se nos comprueba (incluso hay experimentos) que en realidad no tenemos libre albedrío como lo habíamos pensado, si no que somos víctimas de nuestro subconsciente que permanece oculto tomando el control de nuestros pensamientos y acciones. “Millones de pensamientos dando vueltas en nuestro subconsciente (Shakespeare lo comenta:"Poor soul, the centre of my sinful earth, ... these rebel powers that thee array...") de los cuales no somos conscientes y están controlando nuestra vida”.

   La explicación oportuna aquí es que aunque permanece oculto, uno puede entrar al subconsciente (mediante técnicas especiales) e instalar pensamientos positivos (para neutralizar los programas negativos que nos controlan desde de la infancia, ¡incluso de vidas pasadas!), (ah, y no olvides pedirle perdón a tu niño interior que está sufriendo, y que vigila con recelo el material subconsciente, para que la programación sea exitosa: si no lo haces bien, él no te dará acceso a los archivos) y así crear la experiencia de vida que uno tanto desea (todos queremos ser felices) y así confirmar que efectivamente, ‘teníamos el libre albedrío todo el tiempo’. Era cuestión de usar ese libre albedrío para programar al subconsciente.

   ¿Pero qué tal que todo ese tiempo de búsqueda y confusión, dudas, programación, no ha sido parte del guión que estaba escrito para nosotros? Quizá a algunos nos funciona programar el subconsciente, ¿pero se puede probar que eso no era parte del plan, para así darnos la impresión de que efectivamente, tenemos libre albedrío? Vaya, es que solo era cuestión de pasar unos años en una búsqueda intensa, leyendo libros, asistiendo a cursos, terapias, haciendo prácticas espirituales, para poder comprobarlo, al fin. Sí, estamos en control. Nos costó algo de trabajo arreglar ‘esa anomalía’ traída por la ‘mala suerte’, pero lo logramos. Ahora se lo contaremos a los demás, o escribiremos un libro.

   Pero no estamos en control: nos damos cuenta con la vida (y los golpes de la vida) que suceden cosas que ‘están fuera de nuestro control’ y nuestro mundo ordenado se puede venir abajo en cualquier momento.

You can plan for a hundred years. but you don’t know what will happen the next moment
~Neem Karoli baba

   Es curioso que solo interpretamos el libre albedrío en lo que nos conviene, pero eventualmente nos damos cuenta que no controlamos nada de lo que sucede a nuestro alrededor, o a otras personas, el medio ambiente, las noticias. De hecho, si analizamos bien, tampoco controlamos las funciones del cuerpo, la respiración, el flujo de la sangre, el crecimiento del cabello. Ahí sí le damos crédito total a Dios, decimos que Él se encarga, sobretodo si nos aqueja una enfermedad que ningún médico puede curar.

   ¿Controlamos nuestros pensamientos, o estos aparecen de la 'nada'? ¿Decimos, ahora voy a tener este pensamiento específico? La respuesta oportuna: “No, para eso programamos el subconsciente, para tener los pensamientos que querramos”.

   Y por ejemplo una tragedia (¿o un desastre natural?), decimos que fue la voluntad de Dios, aunque unos dirán que fue el libre albedrío del hombre. Ahí podemos corregir y decir que fue el subconsciente de otro hombre.

   ¿Y quién programó ese subconsciente? La infancia, dicen, donde no teníamos control, no podíamos elegir qué vivencias tomar y cuáles rechazar, sino que nuestro subconsciente fue programado sin que pudiéramos hacer nada al respecto, como un virus que se metió en nuestro sistema y nos contaminó de un ‘destino’ que un día podríamos corregir (si eso quisiéramos) usando nuestro libre albedrío (claro) para reprogramar al subconsciente.

   ¿Elegimos en qué ciudad nacer y con qué familia? ¿Elegimos a nuestros vecinos? ¿Elegimos a nuestra pareja, o de pronto apareció, 'en el lugar correcto y momento correcto’?

   Unos van a responder, “Sí, tú lo decidiste todo, hasta el último milímetro, antes de nacer. Hiciste ‘acuerdos’ con las personas que te ibas a encontrar en esta vida para resolver problemas”.

   Vaya, cuánto enredo para algo tan aparentemente sencillo, que nosotros somos quienes decidimos nuestras acciones y tenemos el control. Pero a mí no me consta si elegí mi infancia o mi nombre o mi tipo de sangre antes de nacer. No puedo probar si eso es verdad, ¿alguien lo puede probar? ¿Acaso no es solo un pensamiento, qué es un pensamiento, alguien ha visto un pensamiento?

   Así mismo, me doy cuenta que no controlo mi vida de adulto. Cosas o situaciones ‘aparecen solas’, por buena suerte (o mala), o coincidencia (unos dirán que no hay coincidencias, que era el destino, tu karma, tus ángeles, tu horóscopo, carta astral, constelaciones, los acuerdos que hiciste antes de nacer). En cuestiones laborales unos nacen con la buena estrella (es que tienen inteligencia emocional, o nacieron en la familia indicada y en la ciudad indicada), mientras que otros parece que 'no se les da las cosas’ por más que lo intenten. Por qué estas diferencias, unos sí, otros no, y quién decidió todo eso, quién fue el director creativo.

   Muchas versiones y explicaciones para una cuestión que parece tener verdades distintas dependiendo de dónde se le mire.

   Acaso pues, ¿no será parte del plan del Poder Superior, de crear una simulación tan perfecta, llamada Vida, donde hay un sin fin de matices de la verdad para mantener la simulación activa, para no salir del Matrix?

   Unos sí podrán salir: “Solamente los que ya tuvieron suficiente con la simulación, los que no programaron su subconsciente, podrán salir, los demás seguirán durmiendo, conectados a un sistema donde todo está predeterminado, pero que ofrece la apariencia de otorgar libre albedrío”.

   Bueno, entonces si no hay libre albedrío, ¿estamos arruinados? ¿Nos tiramos en el sofá a ver la televisión todo el día?

   Inténtalo, y me cuentas.


---


El autor escribió este artículo bajo la apariencia de un libre albedrío. Pero en realidad, se escribió solo, bajo el plan del Supremo.

Investiga tu experiencia de meditador



   ¿Quién es el que medita? ¿Quién es el que cierra los ojos, y a qué lugar maravilloso va a llegar al estar en silencio con los ojos cerrados? ¿Hay algún lugar a dónde llegar? ¿El silencio solo se encuentra con los ojos cerrados?

   O acaso será que la meditación solo sucede, así como el resto de las cosas.

Meditation checkings

When he noticed I wasn't part of the regular group that attended his meditation sessions on Wednesdays he started to fidget as he talked. His face moved in various ways showing discomfort and other difficult aspects that he wasn't aware of. There goes another realized master, I said to myself while seated, close to a window. I always like to be close to a window. You can watch the sky and the clouds. Sometimes you can watch a cat.

Nadie escribe



   Encontrar material para escribir nunca fue un problema. Una vez que se inicia la máquina, esta empieza a producir. Esto es, a escribir en automático. Porque no hay nadie aquí escribiendo, sólo la escritura sucediendo. Para tomar prestado un término del Neo Advaita, la escritura sucediendo, el lector también.
Las olas
No condicionan
Al mar

   La vida no se encuentra en otra parte, como decía Kundera, sino en la vulnerabilidad de este momento, que a veces puede resultar complicado, doloroso y el primer instinto sea huir, correr hacia un momento mejor. Pero la vida no está en un mejor momento, ni en otra parte, está aquí, en lo que es, en lo que soy.