4/17/19

Esa cuestión del libre albedrío


   Puede resultar muy chocante y grosero que alguien te diga, “Tú no controlas tu vida, tu vida está predeterminada”. La reacción natural de uno podría ser, “Quién se cree este pelafustan para decirme semejante disparate, pues yo he hecho y decidido todo en mi vida”. Sobretodo cuando algunos de nosotros tuvimos el valor de asistir a misa, ser creyentes y tomar como grito de guerra el dictamen de que ‘tenemos libre albedrío’, que Dios nos dio ese beneficio como hijos suyos para ser los arquitectos de nuestros destinos.

   Entonces tomamos como verdad ese dictamen y nos sentimos muy confortables con la idea de que ‘está en nosotros’ moldear nuestra vida, pero sin embargo tenemos la responsabilidad de ‘tomar buenas decisiones’, como pago de tener libre albedrío.

   Pero luego llega un buen día y leemos un libro de psicología o visitamos un web donde se nos comprueba (incluso hay experimentos) que en realidad no tenemos libre albedrío como lo habíamos pensado, si no que somos víctimas de nuestro subconsciente que permanece oculto tomando el control de nuestros pensamientos y acciones. “Millones de pensamientos dando vueltas en nuestro subconsciente (Shakespeare lo comenta:"Poor soul, the centre of my sinful earth, ... these rebel powers that thee array...") de los cuales no somos conscientes y están controlando nuestra vida”.

   La explicación oportuna aquí es que aunque permanece oculto, uno puede entrar al subconsciente (mediante técnicas especiales) e instalar pensamientos positivos (para neutralizar los programas negativos que nos controlan desde de la infancia, ¡incluso de vidas pasadas!), (ah, y no olvides pedirle perdón a tu niño interior que está sufriendo, y que vigila con recelo el material subconsciente, para que la programación sea exitosa: si no lo haces bien, él no te dará acceso a los archivos) y así crear la experiencia de vida que uno tanto desea (todos queremos ser felices) y así confirmar que efectivamente, ‘teníamos el libre albedrío todo el tiempo’. Era cuestión de usar ese libre albedrío para programar al subconsciente.

   ¿Pero qué tal que todo ese tiempo de búsqueda y confusión, dudas, programación, no ha sido parte del guión que estaba escrito para nosotros? Quizá a algunos nos funciona programar el subconsciente, ¿pero se puede probar que eso no era parte del plan, para así darnos la impresión de que efectivamente, tenemos libre albedrío? Vaya, es que solo era cuestión de pasar unos años en una búsqueda intensa, leyendo libros, asistiendo a cursos, terapias, haciendo prácticas espirituales, para poder comprobarlo, al fin. Sí, estamos en control. Nos costó algo de trabajo arreglar ‘esa anomalía’ traída por la ‘mala suerte’, pero lo logramos. Ahora se lo contaremos a los demás, o escribiremos un libro.

   Pero no estamos en control: nos damos cuenta con la vida (y los golpes de la vida) que suceden cosas que ‘están fuera de nuestro control’ y nuestro mundo ordenado se puede venir abajo en cualquier momento.

You can plan for a hundred years. but you don’t know what will happen the next moment
~Neem Karoli baba

   Es curioso que solo interpretamos el libre albedrío en lo que nos conviene, pero eventualmente nos damos cuenta que no controlamos nada de lo que sucede a nuestro alrededor, o a otras personas, el medio ambiente, las noticias. De hecho, si analizamos bien, tampoco controlamos las funciones del cuerpo, la respiración, el flujo de la sangre, el crecimiento del cabello. Ahí sí le damos crédito total a Dios, decimos que Él se encarga, sobretodo si nos aqueja una enfermedad que ningún médico puede curar.

   ¿Controlamos nuestros pensamientos, o estos aparecen de la 'nada'? ¿Decimos, ahora voy a tener este pensamiento específico? La respuesta oportuna: “No, para eso programamos el subconsciente, para tener los pensamientos que querramos”.

   Y por ejemplo una tragedia (¿o un desastre natural?), decimos que fue la voluntad de Dios, aunque unos dirán que fue el libre albedrío del hombre. Ahí podemos corregir y decir que fue el subconsciente de otro hombre.

   ¿Y quién programó ese subconsciente? La infancia, dicen, donde no teníamos control, no podíamos elegir qué vivencias tomar y cuáles rechazar, sino que nuestro subconsciente fue programado sin que pudiéramos hacer nada al respecto, como un virus que se metió en nuestro sistema y nos contaminó de un ‘destino’ que un día podríamos corregir (si eso quisiéramos) usando nuestro libre albedrío (claro) para reprogramar al subconsciente.

   ¿Elegimos en qué ciudad nacer y con qué familia? ¿Elegimos a nuestros vecinos? ¿Elegimos a nuestra pareja, o de pronto apareció, 'en el lugar correcto y momento correcto’?

   Unos van a responder, “Sí, tú lo decidiste todo, hasta el último milímetro, antes de nacer. Hiciste ‘acuerdos’ con las personas que te ibas a encontrar en esta vida para resolver problemas”.

   Vaya, cuánto enredo para algo tan aparentemente sencillo, que nosotros somos quienes decidimos nuestras acciones y tenemos el control. Pero a mí no me consta si elegí mi infancia o mi nombre o mi tipo de sangre antes de nacer. No puedo probar si eso es verdad, ¿alguien lo puede probar? ¿Acaso no es solo un pensamiento, qué es un pensamiento, alguien ha visto un pensamiento?

   Así mismo, me doy cuenta que no controlo mi vida de adulto. Cosas o situaciones ‘aparecen solas’, por buena suerte (o mala), o coincidencia (unos dirán que no hay coincidencias, que era el destino, tu karma, tus ángeles, tu horóscopo, carta astral, constelaciones, los acuerdos que hiciste antes de nacer). En cuestiones laborales unos nacen con la buena estrella (es que tienen inteligencia emocional, o nacieron en la familia indicada y en la ciudad indicada), mientras que otros parece que 'no se les da las cosas’ por más que lo intenten. Por qué estas diferencias, unos sí, otros no, y quién decidió todo eso, quién fue el director creativo.

   Muchas versiones y explicaciones para una cuestión que parece tener verdades distintas dependiendo de dónde se le mire.

   Acaso pues, ¿no será parte del plan del Poder Superior, de crear una simulación tan perfecta, llamada Vida, donde hay un sin fin de matices de la verdad para mantener la simulación activa, para no salir del Matrix?

   Unos sí podrán salir: “Solamente los que ya tuvieron suficiente con la simulación, los que no programaron su subconsciente, podrán salir, los demás seguirán durmiendo, conectados a un sistema donde todo está predeterminado, pero que ofrece la apariencia de otorgar libre albedrío”.

   Bueno, entonces si no hay libre albedrío, ¿estamos arruinados? ¿Nos tiramos en el sofá a ver la televisión todo el día?

   Inténtalo, y me cuentas.


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El autor escribió este artículo bajo la apariencia de un libre albedrío. Pero en realidad, se escribió solo, bajo el plan del Supremo.

1 comment:

Marta Campos said...

¡Bravo! Me ha encantado. :)